Tratamiento de Acné y Rosácea
El acné es una enfermedad de la piel que aparece fundamentalmente en la adolescencia. El Dr. Daudén tiene una gran especialización en los tratamientos y medidas preventivas de este campo de la dermatología.
Llama ahora al: 914317913 – 911123479
El acné y su tratamiento
El acné es una de las enfermedades más frecuentes en el ser humano. Aparece fundamentalmente en la adolescencia. Aunque en su evolución tiende a ceder por sí misma, algunos pacientes pueden tener a la larga lesiones residuales irreversibles. Se han identificado varios elementos clave en su aparición: hiperproliferación epidérmica del folículo piloso, acción de los andrógenos, exceso de producción de sebo, inflamación y actividad de una bacteria, Propionibacterium acnes.
El acné se localiza preferentemente en la cara y en menor grado la espalda, pecho y hombros. Las lesiones pueden ser inflamatorias o no. Las no inflamatorias incluyen los comedones abiertos (puntos negros, espinillas) y los comedones cerrados. Las inflamatorias varían desde pápulas pequeñas rojizas a pústulas o nódulos y quistes fluctuantes. Pueden llegar a dejar cicatrices. Los casos moderados y graves conllevan una repercusión social, psicológica y emocional muy notable, provocando situaciones de rechazo social, ansiedad o incluso depresión.
El acné puede afectar también a recién nacidos en los primeros meses de vida (acné neonatal) como consecuencia de los andrógenos maternos recibidos durante el embarazo a través de la placenta.
¿Cómo tratar el acné?
Existen numerosas opciones de tratamiento que deben ajustarse a la gravedad del acné. Por ello es muy importante llevar a cabo un tratamiento individualizado. Las formas leves se suelen controlar con medicación tópica. Por el contrario, para las formas moderadas y graves suele ser necesaria la administración de fármacos por vía oral. Es aconsejable utilizar productos libres de grasas (oil free) para evitar el efecto comedogénico que poseen algunos cosméticos. Los jabones neutros, lociones desengrasantes, máscaras faciales detergentes y astringentes que colaboran en la limpieza de la piel y disminuyen su grasa son elementos indispensables en el control de la piel con tendencia acneica.
Entre los agentes farmacológicos tópicos se incluyen los antibióticos (clindamicina, eritromicina), peróxido de benzoilo, retinoides (tretinoína, adapaleno) y el ácido azelaico. Entre los de administración oral contamos con los antibióticos (tetraciclinas como la doxiciclina o la minociclina, eritromicina, clindamicina), los tratamientos hormonales antiandrogénicos (acetato de noretindrona, drosperidona, levonorgestrel, dienogest, acetato de ciproterona) y la isotretinoína (retinoide muy eficaz, si bien conviene tener en cuenta su acción teratogénica, pudiendo provocar malformaciones fetales si durante su administración una mujer se quedase embarazada). Afortunadamente, hoy en día, se pueden controlar adecuadamente hasta las formas más severas de acné.
¿Qué es la Rosácea?
Por otra parte, la rosácea es una alteración de la piel muy frecuente que se localiza preferentemente en la cara, produciendo enrojecimiento y granos en las mejillas, a veces con formación de pus. Afecta a personas de edad media de la vida. Sigue una evolución crónica con empeoramientos y remisiones periódicas. Antes de establecer un tratamiento para la rosácea es necesario identificar los factores desencadenantes en cada persona. Se dispone de tratamientos tópicos (antibióticos, ivermectina, ácido azelaico) y orales (especialmente las tetraciclinas y la isotretinoína a dosis bajas).
La importancia de tratar el Acné y la Rosácea
Aunque en su evolución, la enfermedad tiende a ceder por sí misma, algunos pacientes pueden tener a la larga cicatrices importantes en la cara. Por esto, es de suma importancia, realizar un diagnóstico con un dermatólogo profesional para un correcto tratamiento del Acné y la Rosácea a tiempo.
Nuestra experiencia a tu servicio
Tratamiento y DIAGNOSTICO personalizados